Verde esperanza
Mayo de 2017
Hoy repasando poemas
de muchos años atrás,
y comparando los dichos
que a mi amor solía dar,
veo y siento la ternura
con que solía plasmar
amores que aún perduran
con la misma intensidad.
Me gustó saber
que aunque pasaron los años
y voy avanzando en edad,
siento la misma ternura
y aún mayor la intensidad
sabiendo que mi señor
siempre a mi lado estará.
Esa convicción que brota
de los años de amistad,
de comprobar su grandeza,
su cariño, su lealtad,
y esa forma en la que cuida
a los hijos de su heredad,
hacen que ese amor que le entregué
en años de sequedad
cuando más necesitaba
de su amor, que de verdad
no me dejará de nuevo
sin alma ni deseos de caminar.
He redundado en un peso
de tanto agradecimiento
que ya no soy yo sino Él,
el dueño de mis pensamientos.
He envejecido con Él,
tantas charlas, tantas lágrimas,
tantos encuentros y risas,
tantos amores y gracia,
bailes en los que danzaba
con canciones de alabanza,
me han dado una vida plena,
un edén dónde me guarda,
haciéndome comprender
que soy su esposa bienamada.
Mi amado me hace sentir tan hermosa
que cada arruguita en mi cara
con su bálsamo de amor
la deja tan estirada
que me hace sentir joven,
y tan querida y mimada,
que ya no le temo al tiempo,
ni escasez, ni a malas rachas,
ni a nada que me reste paz,
pues con mi amado Jesús
nada me puede pasar.
Yo sé en quién he creído,
yo sé que en mi nombre aclara
el porqué quiero llamarme
de manera tan exacta,
dándole un color verde
al nombre nuevo Esperanza.
Por eso es que siempre pinto
árboles y guirnaldas,
añadiéndole las rosas
para que no falte de nada,
pero siempre y nunca olvido
el verde color esperanza.
Tantos años de paciencia
de perdón, de ternuras y de gracia,
de perfecta disciplina
para que no desviara,
me han hecho comprender
con amor, su deseo de que no caiga,
pues al hacerme yo daño
a Él le duele en el alma,
y eso hace con nosotros,
los hijos de sus entrañas.
Gracias señor, te queremos,
gracias por tu cuidado y amor,
gracias mi Dios, muchas gracias.
0 comentarios