Canto a la vida

Mayo de 2019

Me gusta ver los cielos despejados,
me gusta aspirar el aire puro,
me gusta ver cómo se ríen los niños
y la hiedra enredándose en los muros.

Me gusta la lluvia cuando cae placentera,
ejerciendo ese tibio y bello influjo,
y el mirar con saudades el crepitar de los leños
causando ese callado y suave embrujo.

Me gusta cuando sale el arcoiris
abarcando con colores las montañas,
y el sol cuando atraviesa con su luz
los millones de partículas doradas.

Me fascina ver las cascadas de aguas trepidantes
rompiendo con su fuerza las distancias
y el sonido poderoso que al caer
te hacen ver la pequeñez de tu alma.

Y sobre todo me gusta…
ver las almas liberadas
dónde fluye la tímida sonrisa
y espontánea la mirada,
mostrándote con su gesto
que tu causa fue escuchada.

Me gustan las estaciones,
todas las del mes y año,
cada una señaladas
con sus escarchas y nieves,
con sus cobres y hojarasca,
con la explosión de sus flores
y el gemir de sus cascadas.

Llegó el tiempo en que los cuerpos
liberan las ropas pesadas,
y crece el ánimo y deseo
de llegar a sumergirse
en los mares y sus aguas.

Es alegría y riqueza
dónde se zambulle el alma
o es celebrando el verano,
se renuevan los amores
y se acortan las distancias.

Soy feliz porque estoy viva
y me siento bien amada,
libre, el amor que quieren darme
los recibo con el alma,
y si acaso no me llega
de Dios soy bien compensada,
pues si él está conmigo
sé que no me faltará de nada.

Categories: Poesías

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