Julio de 1986
He aprendido una cosa
en este fin de semana,
pequeña pero importante
y que mis dudas aclara.
Que mi lenguaje sencillo,
que mi poesía clara,
que mis pensamientos mueve,
la comunicación del alma.
Aquí el intelecto huelga,
no soy persona formada
en gran Universidad,
mis estudios son precarios
y esto llevaba tan mal,
que yo misma me hacía daño
y me trataba fatal,
es lo que se llama complejo,
de rechazo o inferioridad.
Cuánto se sufre por esto,
te sientes tan pequeñito,
que vas por el mundo pidiendo
y mendigando cariño.
Tu hambre de comprensión
se vuelve tan milenaria
que porque alguien se fije
en que hoy vas bien peinada,
le das todo lo que tienes
por su sonrisa o mirada,
y con esto es suficiente
en sentirte bien pagada.
Hoy todo es diferente
porque aprendí de Jesús
qué tal como soy me ama
y me acepta en plenitud.
No necesito ser otra,
ni más lista,
ni más guapa,
ni titulada especial,
su vida la dio por todos
sin diferencia de edad,
sin acepción de personas
bien claro lo dijo ya,
entonces si Él me ama
con mi tamaño y mi genio,
qué penas puedo tener
si así me quiere mi dueño.
Sí Señor, ahora todo es diferente,
todo cobra nueva vida,
me gusta cómo me hiciste
porque nunca te equivocas
en darle a tus criaturas
belleza y gracia en sus formas
tal como tú las concibes
no con mente de personas.
Ya no me importa ser docta,
ni decir palabra abstracta,
yo sé que mi fuerte es claro
y me repito en palabras
cuando digo que te amo
desde la aurora hasta el alba.
Te amo, Señor, te amo,
en lo demás ni una doy
antes grande pena me cansaba
y ahora todo perdonaba
por llegar a ser quién soy.
0 comentarios